12 diciembre 2006

LA ESPADA capítulo 1

AVISO: ESTE CAPÍTULO ES MUY CORTO.

Capítulo 1

Secuestro

Óscar miraba por la ventana del salón buscando alguna cosa diferente que coches pasando a toda pastilla por el Camí Real de Sagunto, mientras su madre iba a comprar aquél sábado a Mercadona. Era un chico de 13 años, con los ojos negros, rubio como su madre. Era muy inteligente e imaginativo. Su madre era viuda.

De momento vió un espíritu blanco semitransparente levitando frente a él. Se sobresaltó lo suficiente como para descuartizar el jarrón de cristal veneciano que hacia conjunto con el sofá del comedor. El espíritu habló:

-Soy Rímbel, quiero avisarte que intentarán transportarte a otro mundo. Huye, corre con todas tus fuerzas, pero sal de aquí antes del amanecer de mañana.

Y el espíritu flotó hacia una nube de vapor rojo escarlata donde desapareció.

Cuando llegó a casa Marisa (la madre de Óscar), vió que no estaba el jarrón y Óscar se lo tuvo que explicar todo, pero Marisa no le creyó, y le castigó sin salir todo el fin de semana.

Al dia siguiente, Marisa se fué a por el pan, a la única panadería que abría los domingos. Óscar tenia la sensación de que lo observaban. Óscar desayunó algo incómodo en la cocina aquel dia. Cuándo hubo acabado de dejar el vaso en la pila, ¡la sartén levitó hacia él! A Óscar le dió un vuelco el corazón porque también flotó la tostadora que momentos antes había estado conectada. La tostadora se precipitó hacia él juntro a la sartén. Pudo esquivarla, pero no contó con la tostadora, que le golpeó en la cabeza dejàndolo inconsciente en el suelo. Entonces Dracbad se desactivó el hechizo de mimetizaje.

-Si no había otro remedio…

Cuando despertó se encontró en unas montañas extremadamente empinadas sin vegetación alguna, desde las cuales no se veía el paisaje. Sólo una estrecha senda se llegaba a entrever entre el espeso i caliente vapor. La siguió a tientas hasta que topó con algo. Vió a duras penas que era un templo. Al entrar, Óscar observó que el interior estaba destrozado: Àrboles ardiendo, sillas partidas, agujeros en las paredes, intrumentos mágicos rotos… Le pareció oír voces tras de sí, pero cuando se giró no vió a nadie… Vió que en el muro había un boquete inmenso, así que poco a poco se acercó, pero una fuerza lo atrajo y cayó por un agujero que había a un lado. Aterrizó en un colchón y se apresuró en averiguar donde estaba: era una habitación pequeña, sin ventanas, iluminada con un hechizo de luminescencia hecho a las paredes, y con dos únicos elementos en la sala: un trono de diamante y una espada de Blenda apoyada en el trono. Cuando se levantó y se acercó al trono, le llamó la atención la espada. Se acercó para tocarla, pero la Blenda de la espada despidió un fogonazo de luz que lo lanzó despedido hacia atrás y lo hizo rodar por el suelo. Entonces, comenzaron a aparecer de la nada personas con túnica roja anaranjada. Óscar intentó levantarse pero no se podía mover, lo habían paralizado. De las manos de los hechizeros salieron haces de luz violeta los cuales se dirigieron hacia el pecho de Óscar, que intentaba escapar de allí.

La luz violeta le dió de lleno en la boca del estómago, e inmediatamente se desplomó.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

si que es corto pero enhorabuena

Anónimo dijo...

,´´